Manifiesto

Escribo el silencio de los objetos pausados, de los objetos cotidianos en los que la humanidad vació contenidos históricos, renuncio a la belleza artificial de las escenografías artesanales.

Renuncio a los clásicos y evoco las historias de archivo al escenario.

Arrullo con mis muslos la belleza institucional, moralista, feminista y política de los objetos para transgredir a todos estos movimientos oportunistas.

Analizo el presente a través del pasado reciente, porque la modernidad acelerada está demandando una nueva ficción.

Enuncio las protestas sociales que los objetos han aislado en sus materiales desgastados.

Mapeo la huella del objeto y la transfiero al espacio teatral.

Tomo el sonido ensordecedor de las máquinas de coser para musicalizar la danza de las muñecas de porcelana que han sido sustituidas por la interfaz virtual, acaparo la atención del lente de la cámara de una mamiya que está cubierto de polvo y le muestro la nueva fotografía digital, transcribo en la computadora la carta que mi madre escribió con tinta negra y muestro al público la velocidad con la que lo matérico se mueve en nuestro cotidiano, manifiesto al público la rapidez en la que la modernidad convierte un objeto moderno en uno obsoleto.  

Imelda Linares