lunes, 20 de abril de 2020


MANIFIESTO DE ALDO MARTÍN
MANIFIESTO
EL mundo
Escribo que el mundo se ha convertido en un lugar hostil, donde la necesidad  de adquisición a cambio de un servicio se ha transformado en una modalidad casi absoluta de supervivencia.
Un lugar hostil para profundizar dentro en nosotros, lo que implica relacionarse y adaptarse a la sociedad, a sus integrantes y al propio entorno.
La falta de comprensión y apreciación, el tiempo que desvela y preocupa la idea del futuro, la inquietud por el modelo y los estándares de supervivencia de nuestra era, una era donde la ética y la moral han obstaculizado nuestro desarrollo en  favor de quien sabe manejarlo y controlarlo en beneficio propio.
Exalto a la duda en todo momento del hacer, del estar y de existir. Desconfiar de aquello que ha sido establecido a partir de lo que no nos toco vivir.
Los sentidos
Escuchar, sentir, oler, comer, mirar, intuir nuestro alrededor y volvernos a preguntar si esta es una realidad absoluta o solo una visión de lo que algunas personas planearon para que viviéramos este momento de la historia.
Preguntarnos si en verdad somos una civilización o una planeación que se ha salido de control y destruye a cada paso.
Somos seres racionales según lo que dice la Ciencia.
Somos seres civilizados según lo que dice la Política.
Somos seres espirituales según lo que dice la Religión.
Y no lo creo.
Nos desarrollamos con distintos valores, en distintos climas , con distintas tradiciones, en distintas culturas, en distintos lugares geográficos, en distintos contextos sociales, políticos y económicos.
Todo esto tal cual construye una postura y una cosmovisión del mundo.
Por eso no creo en la ciencia, la política y la religión.

El Teatro
El teatro es un dispositivo donde podemos vaciar lo que deseemos, nos da una esperanza y crea una  Utopía de sus creadores y espectadores.
El teatro tiene la capacidad de albergar el deseo y volverlo realidad, de poner a prueba nuestro conocimiento y mostrar nuestra necesidad de decirle algo al mundo, de una forma sutil y alentadora.
Todos debemos tener el derecho de poder llevar acabo un deseo, un anhelo, una historia, un sueño que en nuestra realidad tal ves no podría existir. Liberaríamos entonces aquellos demonios pasionales, oscuros y brillantes, en otra dimensión donde todos estaríamos a salvo y donde no se enjuiciaría aquello que diferenciamos entre “bueno y malo".
El teatro desde sus orígenes tiene la capacidad de aguantar el desahogo de las pasiones humanas de una forma estética y atractiva para quien asiste, provocando o no, una empatía que es aceptada por el espectador, en otra dimensión diferente a la realidad.
Por eso hago hincapié en la necesidad de llevar a escena lo que en “sano juicio" me metería a un manicomio, a la cárcel, a un exorcismo, un asesinato. Cito a los considerados grandes de otro tiempo.
·         Artaud
·         Colosio
·         Sara Kane
Incomprendidos, excluidos y asesinados por la razón.
El teatro le tiende la mano al loco, a todo lo inimaginable, pues en el puedes dibujar, pintar, danzar, iluminar, moldear, construir, destruir, aplastar, tocar, decir, sentir, enunciar, intuir, mirar. Y aun así después de todo esto la humanidad creerá que eres un artista y no un loco, tal vez.





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