MANIFIESTO DE REBECA
CADENA
"MANIFIESTO"
A
lo largo de mi vida, he ido buscando qué me apasiona y cómo desarrollo esa
pasión. Soy hija de un militar que siempre tuvo una postura firme ante la
política y la corrupción, es por eso que, al ver ese ejemplo, fui queriendo
también ser parte de ese grupo de personas que están en un constante cambio
para poder crear una transformación en el país. Mi familia está rodeada de
abogados y políticos y mis papás querían un destino similar para mí, pero para
ser honestos, jamás me visualicé como tal, me negaba h me digo negando a creer
que la política es solo de políticos, eso es algo que nos confiere a todos y
como tal deberíamos asumir esa responsabilidad. En fin, estaba segura de que
ese no era mi destino, así que probé desde el área de la psicología, pero ahí
encontré el perfil del tipo de persona que no quería ser, además de que la
misma facultad estaba hasta el tope de corrupción; maestros acosadores,
estudiantes acosada y sin ser escuchadas, o a la menor provocación, las
culpables eran ellas. Y mi país cada día fue empeorando, gente desaparecida a
diario, el narcotráfico siendo alabado por personas que tarde o temprano iban a
ser parte de la venganza entre cárteles. Así que pensé en el arte, para mí
siempre ha sido lo que ha generado un cambio real, una protesta pacífica pero
nunca cobarde y para mí así tiene que seguir siendo. Creo verdaderamente que la
voz es escuchada a través de una obra, a mí no me importa que asista una sola
persona, si ese individuo logra hacer conciencia ante nuestra innegable
realidad, se ha cumplido mi objetivo.
Me
cansé de la censura, me llené de impotencia al ver que los medios que decían
ser comunicativos, lo único que hacían era engañar a la gente para poder
seguirlos manipulando, y entonces comprobé que la frase de “al pueblo pan y
circo” era verdad, que puede haber un caos alrededor, puede haber cuarenta y
tres estudiantes desaparecidos y la respuesta ser “ay, ellos se lo buscaron,
¿para qué se meten con ese tipo de gente?”, me niego a pensar que esa es la
mentalidad y la identidad de mi país, me rehúso a volverme parte del “solo es
una serie, no exageres”, porque al final de todo, pensamos, hablamos y vivimos
con nuestros referentes y perdón, pero a mí no me representa un narcotraficante
responsable de la inseguridad de México, a mí no me representa un cúmulo de
políticos corruptos, que su único fin es seguirse enriqueciendo monetariamente
pero seguir en la misma pobreza mental y humana.
Esa
es mi razón de hacer teatro, alzar la voz desde mi trinchera y poder expresar
mi inconformidad de una manera activa pero sin llegar a entorpecer la evolución
de mi discurso. A pegarme a mis ideales.
En
resumen, quiero un teatro político.
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