MANIFIESTO DE
TANIA ÁLMER
Siendo las 2:00 am del 9 de
octubre de 2019 damos por fundado el escrito Retazos.
Para todo artista que no tenga miedo a
carear al espectador y que pueda decir: Aquí
estoy para que me miren, y dedicarle una escena a aquel que se ha sentado a
verlo, y que no le tiemble la voz cuando grite y las piernas no le flaqueen en
el encuentro, que sea capaz de pararse de frente y decir: esto va…
Para locos suicidas
Para dramaturgos ebrios
Para arrepentidos de la vida
Para niños ahogados y /o quemados
Para indocumentados
Para la voz de los padres que murieron
sin saber dónde están sus hijos
Para la persona sin problemas
Para los gritos ahogados
Para el último aliento
Para los que no se arrepienten de nada
pero no se enorgullecen de todo
Para los religiosos
Para el político
Para el ama de casa
Para el maestrito de pueblo
Para la estrella porno
Para los sobrevivientes de Tlatelolco
Para 43 almas en suspenso
Para el pueblo
Para la urbe
Para el sin género
Para el definido
Para el que no va a voltear
Para TODO aquel que no tenga miedo de
conocerse de verdad
¡Que vengan!
Que vengan los de doble A
Que vengan los provida a querernos
clausurar
Que vengan las críticas por un cambio
radical.
Manifiesto Retazos
1. El teatro tradicional está siendo
derrocado. Es el momento de decir adiós a las banalidades, a los personajes
lejanos de lo real, de los discursos inútiles, de las presunciones y
egocentrismos.
2. Hay que pulverizar el teatro
tradicional y buscar en sus escombros el lugar idóneo para sembrar la semilla
de lo humano.
3. Explota, vomita, siente, haz.
Reafirma la repugnancia que hay a ciertos aspectos de la sociedad y el poder.
4. Pondremos a prueba la resistencia
social representada en los espectadores, buscamos un cara a cara en escena, una
identificación entre espectador y figura sin la protección habitual del teatro.
5. Abriremos una brecha en el teatro
capaz de tocar hasta al militar más cruel en Afganistán.
6. ¿Qué? ¿Quién? pecado y pecador.
Acción y culpable. Contradicciones, injusticias, sensaciones dolorosas, rabia,
cansancio, impotencia. Frustración.
7. Hablamos de personas en lugar de personajes.
8. El teatro siempre se ha rodeado de
lo incontrolado, del alcohol y las drogas, de sudor y del llanto, de ironías,
sangre, golpes y putas, la escena se alimenta de lo oscuro. Por eso creemos
fielmente que todo aquello que sirve para corromperlo funciona. Y no por un
tema anarquista, junkie o bohemio, sino porque el espectador merece ver la
grieta social, mirar ahí sin voltear, ahí sin dudar, aguantar el presente en el
aquí y el ahora sin ignorar.
9. Convertiremos el teatro en eso en lo
que ni tú ni yo somos capaces de desear.
10. Textos con estructura de sueño.
11. La palabra agonizará en el cuerpo,
se convertirá en emoción agónica que transita y atraviesa el cuerpo.
12. Cúmulo de ideas desordenadas que
toman forma a medida que transcurre la obra.
13. El espectador estará obligado a
apropiarse del espectáculo (identificación) y a alejarse del mismo
(distanciamiento).
14. Es momento de visualizarnos como destructores
y no como creadores, somos destructores de la falsa realidad, de los textos
vacíos, de la creación diletante, de los cuerpos sin vida y del representar tradicional como una única
verdad dentro de esa ficción.
15. Somos solo una posibilidad de muchas
que tenemos para ser personas.
16. No hay lugar para el bloqueo de emociones, el
cuerpo es en la vida el lugar de excitación y muerte, por eso no reprimiremos
el dolor, lo convertiremos en un lenguaje verbal donde no tenga más alternativa
que exponerse y luchar para paliarlo.
17. El éxito de Retazos no significará
nada si no transciende a la propia persona; el éxito debe beneficiar a todos o
no será éxito.
Nos
tomarán por locos depresivos exhibicionistas. Pero nosotros somos el resultado
de una generación harta de mentiras, con una sensibilidad transformada, sí,
somos el resultado de una sociedad jodida, pero no somos monstruos, solo somos
tus hijos.
Y
en palabras de nuestra principal influencia:
“Necesito tener un cuerpo fuerte y agotado que me
ayude a soportar el terror de las noches y la pena de las mañanas.” (Angélica
Liddell “La casa de la fuerza” 2011).
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